El santuario de la Virgen de Sonsoles, a las afueras de Ávila, contiene un cocodrilo de dimensiones considerables que, según cuenta la leyenda, fue transportado hasta este lugar por un caballero desde lo que ahora es Panamá. Al parecer, fue atacado por el animal y, al verse acorralado por él, rezó a la Virgen de Sonsoles, quien convirtió su bastón en una espada con la que lo mató. No es el único cocodrilo que hay en una iglesia en Castilla y León. En Santiago de la Puebla, localidad salmantina, hay otro al que sus habitantes llaman «lagarto».
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(Imagen: De Cristina Arribas Martínez – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=115951843)