No hay nada como tumbarse y mirar hacia arriba. Tumbarse y aspirar la luz. Tumbarse y ser consciente del cielo. Nadie lo hace, pero yo lo he imaginado cientos de veces: poder tumbarme y mirar hacia el cimborrio de la catedral de Burgos. Bocarriba.
Renacimiento español de golpe
Es como estar mirando todo el Renacimiento Español de golpe. Y lo tienes ahí, al alcance de tu vista, de tu respiración, de tu corazón. Levantas la mano y lo rozas con el deseo que transmiten las yemas de tus dedos.
Derrumbe del cimborrio original
Cierras los ojos y es como si recorrieras descalzo una ribera de algodón blanco y luminoso. Y luego hasta puedes sentir cómo se derrumbó el original en la noche del 3 al 4 de marzo. Incluso puedes escuchar cómo Santo Tomás de Villanueva predecía esa catástrofe. Espejismo para que luego se levantara esa maravilla que hoy es.
En treinta años se pudo levantar lo que hoy no somos capaces de imaginar…
Sí, el cimborrio de la catedral de Brugos renació más puro, más cristalino, mejor. Gracias a los engranajes de la ingeniería, en treinta años se pudo levantar lo que hoy no somos capaces de imaginar. Y por eso admiramos al maestro de obras Juan de Vallejo, a las esculturas que adornan el interior y el exterior y que te envían un mensaje: esplendor, esplendor, esplendor.
Luz
Y luz, esa luz que entra por las vidrieras de Juan de Arce y que te asfixia dulcemente hasta que cierras los ojos y dices: «Estoy aquí. Este es mi sitio. Aquí quiero quedarme». Un paraíso bocarriba.
Si quieres conocer más espacios con poesía en Castilla y León, como el cimborrio de la catedral de Burgos, busca en nuestra web la sección «Espacios con poesía», la de Patrimonio Activo CyL.
(Imagen del crucero y cimborrio de la Catedral de Burgos: https://catedraldeburgos.es/)
(Fotografía de Portada: De Jose Luis Filpo Cabana – Trabajo propio, CC BY 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=30269929)
(Retrato del cimborrio: https://seordelbiombo.blogspot.com/)