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Canal de Castilla: caminando por una «Y»

autor Administrador

La amplitud de la meseta castellana se ve fracturada por esta letra del alfabeto por la que discurre el agua. Caminos planos fáciles de recorrer, nos permiten seguir los pasos, utilizando los caminos de sirga, de una de las obras más importantes de ingeniería realizadas en Castilla durante el periodo de tiempo que acotan los siglos XVIII-XIX.

Los pasos que hoy damos bajo la sombra de olmos, chopos, fresnos, sauces y otras especies de bello porte, fueron imaginados para favorecer la actividad económica de una tierra, Castilla, mal comunicada con el resto de España. Antonio de Ulloa, prestigioso ingeniero, acometió la obra a petición de Fernando VI y su ministro el Marqués de la Ensenada. El 16 de julio de 1753, comenzó una obra que no finalizaría hasta 1849. Cien años de esfuerzo que la llegada del tren dejo obsoleta una década después de su puesta en funcionamiento; en 1860.

Hoy, sin embargo, esta infraestructura hidráulica sin igual en nuestra península, revive al ritmo de su valor histórico y del turismo que curioso se acerca a ella, con el fin de observar los antiguos molinos, almacenes y dársenas que aún perviven. La red de esclusas, elemento artificial con el que se conseguía salvar los saltos de desnivel, todavía puede observarse casi en su integridad. Si el viajero, caminando o en coche, pasa por Fromista, Palencia, debe acercarse a ver una de las más espectaculares. En esta localidad ciencia y fe se unen y cada una de ellas ha dejado su recuerdo para la historia:  a la fe se llega visitando San Martín de Fromista, joya del románico, a la ciencia disfrutando de la visión de la citada esclusa de cuádruple cuerpo. Buen viaje y mejor camino.

En profundidad

A mediados del siglo XVIII, el rey Fernando VI y su ministro, el Marqués de la Ensenada, empezaron a pensar en un plan para potenciar la economía de España, y entonces el Marqué sugiere a Fernando VI la construcción de una red de caminos y canales de transporte pensados para Castilla, al ser, por entonces, la principal productora de cereales.

Las obras del canal comenzaron el 16 de julio de 1753 en Calahorra de Ribas, bajo la dirección del ingeniero Antonio de Ulloa. Aunque la navegación comenzó a finales del siglo XVIII, la época de mauor esplendor tuvo lugar entre los años 1850 y 1860, cuando las barcas que surcaban el Canal superaban las 350. Pero a partir de la apertura de la línea férrea Valladolid-Alar del Rey, con un trazado casi paralelo al del Canal de Castilla, se limita su uso porque la vía ferroviaria era más económica que el canal

Con una anchura que varía entre 11 y 22 metros, el canal discurre a lo largo de 207 kilómetros, uniendo las localidades de Alar del Rey (Palencia) con las de Valladolid y Medina de Rioseco.

Esta gran «Y» invertida que recorre de norte a sur la autonomía castellano y leonesa conserva un valioso entramado de esclusas, molinos de harina, almacenes y dársenas de gran interés histórico. Además, proporciona abastecimiento de agua a nucleos urbanos, regadíos al campo y espacio cultural y de ocio a autóctonos y visitantes.

Si lo deseas, puedes descargar aquí la infografía.

Más información en su página web: http://www.canaldecastilla.org/

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