Melchor Bravo de Saravia nació en Soria en 1512 y falleció el 8 de diciembre de 1577 en la capital soriana. Sus padres fueron Juan Bravo de Saravia, señor de Pica y de Almenar, y María Sotomayor de Vera Morales. En su juventud estudia Latinidad y, posteriormente, se traslada a Bolonia para doctorarse en leyes en el Colegio Mayor de San Clemente.
Oidor en la audiencia de Lima
En 1547, se le nombró oidor de la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá en el Nuevo Reino de Granada, pero no tomó posesión de su cargo ya que recibió la orden de ir a Perú y ostentar el mismo cargo en Lima, donde compartiría trabajo con el decano de la audiencia, Andrés de Cianca, y los licenciados Pedro Maldonado y Hernando de Santillán.
Cuando en 1551, llega al Perú el virrey Antonio de Mendoza, delega casi todo el poder en la audiencia porque estaba muy enfermo y Melchor Bravo de Saravia consiguió dos cosas importantes: que sus compañeros no se dejaran llevar por sus ambiciones personales y tranquilizar a los colonos por su nerviosismo derivado de la promulgación de la real cédula en la que se anunciaba la abolición de los servicios personales de los indios.
Presidente de la audiencia
Al fallecer el virrey Mendoza en 1552, la real audiencia, presidida por Cianca, asume el gobierno provisional hasta la llegada del nuevo virrey. Pero Cianca fallece en abril de 1553 y Bravo de Saravia comienza a presidir la Real Audiencia de Lima como oidor decano, hasta junio de 1556, que es cuando llega el nuevo virrey, Andrés Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete.
Labores civiles y militares
En diciembre de 1567 fue nombrado presidente de la nueva Real Audiencia de Concepción, subordinada a la de Lima. También empezó a ejercer como gobernador de la Capitanía General de Chile, que dependía del Virreinato del Perú, aunque con cierta autonomía.
En cuanto llegó a Chile no sólo se dedicó a sus asuntos judiciales y civiles, sino que empezó a tomar decisiones en cuestiones militares. Por ejemplo, dirigió en la Guerra de Arauco, aunque fue derrotado en el asalto al fuerte mapuche de Marigüeñu, en 1569.
Las desgracias nunca vienen solas
Pero las desgracias no vienen solas y en febrero de 1570 un terremoto mata a 30 personas y destruye por completo Concepció, por lo que Bravo tiene que dirigir la reconstrucción de la ciudad. Una vez conseguido esto, vuelve a la carga contra los indios pero es derrotado en 1571 en Puré.
Se da cuenta de que es mejor dejar en manos del general Lorenzo Bernal del Mercado las tareas militares…
Quizás es cuando se da cuenta de que es mejor dejar en manos del general Lorenzo Bernal del Mercado las tareas militares. A partir de ahí, se dedica a las tareas de administración civil e inicia una serie de obras y propuestas como: la construcción de la iglesia de San Francisco en Santiago, que sería finalizada en 1613.
Regreso y fallecimiento
En 1575 regresa a España y fallece en Soria en 1577. Está sepultado en el coro de la iglesia mayor de la ciudad.
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(Imagen: De Fjvamicn – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=21218560)