Algo tienen las ruinas, que dan paz. Quizás sea la desolación de descubrirse a uno mismo en esos restos, en esos cascotes. Quizás, la añoranza de un pasado que ya no está. Quizás, el silencio que te habla a gritos. Quizás la poesía, que está donde menos te la esperas. Quizás, visitar el Monasterio de San Salvador de Nogal de las Huertas, a pocos kilómetros de Carrión de los Condes (Palencia), monumento nacional desde 1931 y ahora… sí, en ruinas..
Fundación
Al dar un paseo por el Monasterio de San Salvador de Nogal de las Huertas, te das cuenta de que la poesía está ahí, acechándote, y de que tarde o temprano alcanza a cualquier lugar. Incluso hasta aquí: llegó y se quedó para siempre. La pregunta es desde cuándo. ¿Desde que se fundó por la Condesa Elvira Sánchez en 1063? Da la sensación de que sí, impulsado por la palabra que le daba nombre, cenobio, que tiene algo de emoción en sí misma.
Auge del Monasterio de San Salvador de Nogal de las Huertas
Incluso su historia es poesía y reflejo de lo que es la esencia de la vida, llena de cambios, algunos buenos y otros no tanto. El primero de ellos lo provoca el rey Alfonso VI, que reúne el Monasterio de San Salvador de Nogal bajo la orden benedictina, lo que lo convierte en el priorato más importante dependiente del Monasterio de Sahagún.
Declive y caída
Eso sí, con el paso del tiempo, como todo, y con la fundación a finales del siglo XIV del monasterio de San Benito en Valladolid va perdiendo su importancia. Y ya, con la desamortización de Mendizábal, se vendió y se utilizó un poco para esto, otro poco para aquello… hasta que cayó en la ruina.
Quizás estos monasterios se crearon, sin saberlo, para esto. Para dar al visitante del siglo XXI un momento de poesía, de pura y simple poesía…
¿Es esto malo? Sinceramente no lo sabemos. Quizás estos monasterios se crearon, sin saberlo, para esto. Para dar al visitante del siglo XXI un momento de poesía, de pura y simple poesía. Porque un poema se hace de retazos, de corazones extraviados en el tiempo, de experiencias vividas o deseadas, de modificaciones: como las que vemos cuando nos damos un paseo por este lugar tranquilo y apacible.
Sillería y mampostería
Y es que el Monasterio de San Salvador de Nogal y su construcción de sillería y mampostería sufrieron varias modificaciones en los siglos XI, XII y XIII. Las tres naves se mantienen altivas junto a su presbiterio tardorrománico y sus dos portadas que nos remiten a la emoción. Sus arquivoltas, sus bocelones, sus capiteles de hojas de acanto, su arco de medio punto…
Y sus versos sueltos: los dos capiteles con decoración vegetal y una figura humana datados en el del siglo XI y el arco de la capilla mayor rematan un poema que jamás debe olvidarse, un cenobio lleno de poesía. ¡Ay, qué tendrán las ruinas!
Si quieres conocer más espacios con poesía, como este del Monasterio de San Salvador de Nogal, busca en nuestra web. Castilla y León está llena de estos lugares.
(Imagen: De David Pérez – Trabajo propio, CC BY 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=22279574)