La sopa de trucha es un plato típico de la provincia de León. Son sopas muy parecidas a las de ajo por su uso del pan y del pimentón. Su origen, como el de muchos platos castellanoleoneses, está en el pueblo y sus gentes humildes.
Muchos dicen que la sopa de trucha se comenzó a preparar en la zona del Bierzo y, por eso, la denominan sopa berciana. Lo ideal es que se confeccione con truchas de los ríos leoneses como: el Órbigo, el Porma o el Esla.
Además, dependiendo de su forma de preparación, algunas veces queda sin caldo y, por eso, a la sopa de trucha se la denomina también «sopa de tenedor».
El caso es que su preparación es muy sencilla y, si vas por la provincia leonesa, seguro que te la sirven hasta de tapa en algún bar o restaurante.
La receta
La receta que proponemos, hay varias, es la siguiente para 4 personas.
Ingredientes:
- Dos truchas
- Pan de hogaza (del día anterior)
- Ajos
- Cebolla
- Pimiento rojo y verde
- Pimentón
- Sal
- Aceite de oliva
- Agua
Preparación de la Sopa de Trucha
Echamos aceite de oliva en una cazuela, con el pimiento rojo, el verde y la cebolla. Se sofríe todo. Una vez, hemos hecho el sofrito se añaden las truchas en lomos (hay gente que las echa enteras).
Cazuela de barro
Mientras hacemos esto, hemos calentado agua en un cazo y empezamos a preparar la salsa. Machacamos en un mortero el ajo y la sal y cuando estén bien triturados en forma de pasta, añadimos el pimentón y un poco de aceite y volvemos a mezclar con un poco de agua hirviendo. Echamos esta mezcla en la cazuela donde están las truchas y luego echamos más agua hirviendo.
El pan debe ser del día anterior, cortado en finas lonchas y, si es de hogaza, mejor…
Debemos tener preparada una cazuela de barro, en el que pondremos el pan cortado en rebanadas. El pan debe ser del día anterior, cortado en finas lonchas y, si es de hogaza, mejor.
El caldo…
Después de 15 minutos y tras comprobar que la trucha está bien cocida, la extraemos del caldo, la escurrimos y la colocamos sobre el pan. Hecho esto, echamos el caldo sobre el pan y la trucha. Este último paso no lo hacemos directamente desde la cazuela, lo vamos extrayendo con un cazo y lo echamos con ese instrumento.
Como ya hemos dicho, el caldo es a gusto del cocinero o del comensal y depende también del pan. Puede quedar una sopa seca, ya que el pan se añade al final y puede absorber casi todo el caldo que hayamos preparado.
Una sopa contundente que también puede ser un excelente aperitivo en días de frío y… por qué no, de calor y reunión familiar.
Si quieres conocer más recetas de platos típicos de Castilla y León, como esta de las sopas de trucha de León, busca en nuestra web, la de Patrimonio Activo.
(Imagen: http://chismesycacharros.blogspot.com)