Que le pongan el nombre a un lugar en honor a un personaje importante, pero que ese personaje se convierta en importante por poner el nombre a un lugar es más complicado. Este es el caso de San Genadio, el hombre que bautizó al Valle del Silencio.
Eso sí, este monje nacido en el Bierzo, León, en el siglo IX, hizo más cosas. Para empezar, fue un religioso benedictino, se convirtió en eremita, ejerció como obispo de la diócesis de Astorga entre 899 y 920 y fue fundador de varios monasterios. ¿Cómo te quedas?
Monasterio de San Pedro de Montes
Comenzó a ser monje en el monasterio de Ageo, en Ayoó de Vidriales, Zamora, de donde partió para repoblar y restaurar el monasterio de San Pedro de Montes, en el Bierzo, donde estuvo la última década del siglo IX, a partir del año 892. Terminó de restaurarlo tres años después, en el 895 y fue recompensado siendo nombrado abad. Además, Ordoño II le concedió un coto y le regaló libros litúrgicos y alhajas para celebrar misa.
Obispo de Astorga
Corría el año 909 cuando Alfonso III visitó el monasterio de San Pedro de Montes y consiguió convencer a San Genadio para que fuera obispo de Astorga. El motivo era que quería que Vermudo el Ciego dejara de entorpecer la vida religiosa de la diócesis astorgana.
Es posible que como agradecimiento por sus servicios, el rey Alfonso y su esposa le regalaran la arqueta de San Genadio, pieza clave y ejemplar del arte suntuario. Es más, cuando Alfonso ya no reinaba, el santo siguió aconsejando a sus herederos: García y Ordoño.
Valle del Silencio
En el año 920, San Genadio renuncia al episcopado para dedicarse a la vida monástica. Se retira al Bierzo, al Valle del Silencio, donde hace vida de anacoreta y donde está la famosa cueva que lleva su nombre. Es aquí donde hace que la gente conozca esa zona como el Valle del Silencio, ya que según cuenta la leyenda, estaba orando y meditando en silencio y, como el sonido del arroyo que pasaba por allí no le dejaba hacerlo, gritó «¡Cállate!», cosa que el curso del agua hizo.
Fundador de monasterios
A lo largo de su vida, San Genadio fundó monasterios o impulsó su vida monástica. Destacan los de: San Pedro de Montes, Santiago de Peñalba, San Andrés de Montes, Santa Lucía de Castañeda, San Pedro Castañero, Compludo, San Martín de Castañeda o San Alejandro.
Además, edificó ermitas y oratorios: Santo Tomás, de la Cruz, San Martín y San Cipriano. Incluso fundó villas y repobló sus cotos: Santa María, San Juan y la granja de San Esteban.
Primera biblioteca ambulante
San Genadio tenía una gran colección personal de libros y fue quien fundó la primera biblioteca ambulante. Esto es así porque a su muerte donó los volúmenes para que se usaran en todos los monasterios de la Tebaida berciana de una forma particular: tenían que ser intercambiados entre monasterios cada cierto tiempo.
Fallecimiento
Este santo fundador de monasterios, anacoreta y creador del nombre del Valle del Silencio falleció en el año 935. Al principio fue enterrado en Peñalba. En el siglo XVI, la duquesa de Alba se llevó sus restos a Villafranca y luego al monasterio de la Laura, en Valladolid.
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(Imagen de la Cueva de San Genadio: De FCPB – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3960835)
(Fotografía de la Arqueta de San Genadio: https://astorga.co/)
(Cuadro de San Genadio de Ana María Martínez: De Ana María Martínez – Ana María Martínez, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=142945077)