Si hay un ilustre adnamantino, es decir, una persona que nació en Almazán, Soria, ese es Diego Laynez. Teólogo, cofundador de la Compañía de Jesús y biógrafo y sucesor de San Ignacio de Loyola al frente de la orden, fue, además, Padre Conciliar en el Concilio de Trento y estuvo a punto de ser Papa sustituyendo a Paulo IV.
Nacimiento y estudios
Diego Laynez nació en Matute de Almazán, actual pedanía de Almazán, el 15 de abril de 1512. Su ascendencia era de origen judío, lo que le trajo ciertos problemas que él siempre asumió con serenidad.
Cursó estudios de gramática y letras en Soria y, en 1528, en Sigüenza. Se doctoró en filosofía de la Universidad de Alcalá en 1532 y estudió teología en París, que es donde conoció a San Ignacio de Loyola.
Votos fundacionales
Es en París donde emite, en 1534, junto a San Ignacio de Loyola, los votos fundacionales de Montmartre. Esta institución religiosa es la que en 1539 recibiría el nombre de Compañía de Jesús. Es ordenado sacerdote en Roma en 1537, año en el que se juntaron los diez primeros jesuitas en Venecia. Esto fue así ya que el voto principal de Montmartre era peregrinar a Tierra Santa, pero que si en un año no se podía debían ir a Roma a ponerse a disposición del Papa. Y eso fue lo que hicieron, ya que, al estar Venecia en guerra con «el turco», no pudieron ir a Jerusalén.
Compañía de Jesús
Es el papa Pablo III quien aprobó en 1540 la constitución de la Compañía de Jesús y quien le encarga dar clases en la Universidad de la Sapienza, enterado como estaba de su sabiduría teológica y su capacidad de oratoria. Más tarde le encarga que predique en el norte de Italia, donde sus sermones adquieren gran fama.
Diego Laynez en el Concilio de Trento
En 1545, es nombrado teólogo del Concilio de Trento. Además, le digo tiempo entre la primera y la segunda sesión de este evento (tuvo 3), a convertirse en capellán de las tropas que lucharon contra los berberiscos en África.
Sus intervenciones en el Concilio de Trento, junto a los también jesuitas Alfonso Salmerón y Melchor Cano, son muy famosas. De hecho, Menéndez y Pelayo señalaba a España como «Luz de Trento». Eso sí, al acudir como teólogos del Papa, en España les consideraron demasiado «Pontificios».
En Trento, sus sermones sobre los sacramentos y el carácter sacrificial de la misa fueron muy alabados y famosos. Él defendía que los laicos sólo participaran bajo la especie del pan y no la del cáliz (las dos especies), cosa que se mantuvo hasta el concilio Vaticano II.
Segundo general
En cuanto a la Compañía de Jesús, Diego Laynez fue quien convenció a San Ignacio para que fuera primer general de los jesuitas en 1541. Quizás por eso, tras la muerte del santo en 1556, fue nombrado en 1558 segundo general por mayoría absoluta.
Es en este momento cuando quizás la vida de Diego Laynez es más emocionante, históricamente hablando ya que tuvo que conseguir que la orden no desapareciera gracias a que fue capaz de «firmar la paz» con el Papa Pablo IV. Este Papa había creado el instituto religioso de los teatinos, que habían querido absorber a los jesuitas, pero por respeto a San Ignacio no lo hizo. Y cuando murió este, al ser nombrado Lynez, general de la orden, y ser español, nación enemiga del Papa, se temió que fuera a prohibirla. No ocurrió nada de esto, ya que lo único que hizo fue cambiar las constituciones originales limitando la duración del generalato a tres años, en vez de ser vitalicio, y obligar a establecer el coro para cantar el oficio divino. Afortunadamente para Laynez, al fallecer el Papa, se revocaron estas órdenes.
Casi Papa
Es curioso porque Diego Laynez fue propuesto por varios cardenales del cónclave para suceder a Pablo IV. De hecho, tenía 12 votos seguros, pero este se negó alegando, entre otras razones, que era cristiano nuevo.
Importancia como jesuita
En cuanto a la orden jesuita, posiblemente Diego Laynez esté entre sus tres principales figuras. No en vano, fue quien tuvo la idea de fundar colegios que contuvieran el avance del protestantismo en Europa.
Escribió varias obras, entre las que destacan la biografía de San Ignacio y las Disputationes variae ad Concilium Tridentinun spectantes, publicada en 1885.
Fallecimiento de Diego Laynez
Diego Laynez falleció en Roma el 19 de enero de 1565. Sus paisanos le recuerdan con gran cariño y han erigido una estatua que puede contemplarse en Almazán, frente al Palacio de los Hurtado de Mendoza, lugar del que ya te hablamos en otro artículo muy interesante.
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(Imagen de la estatua de Diego Laynez: https://www.verpueblos.com/)