Patrimonio Activo te recomienda pasar un fin de semana conociendo: El Burgo de Osma, San Esteban de Gormaz y el Cañón del Río Lobos.
En la provincia de Soria te puedes bañar como si fueras una persona de la realeza. Sólo tienes que ir hasta el pueblo de Villaciervos y encontrar la «Bañera de la Reina».
¿Sabías que...?CulturaSoriaTurismo
Iglesia de San Bartolo, a mitad de camino entre Creus y Finisterre
La Iglesia de San Bartolo en pleno corazón del Cañón de Ríolobos en Soria está construida en un punto tal que la distancia que hay desde sus puertas hasta el cabo de Creus (Gerona) y Finisterre es igual.
El Hotel Castilla Termal Burgo de Osma es un elegante alojamiento de 4 estrellas en Burgo de Osma, Soria, con 70 habitaciones y un espacio destinado al balnerario de 1.500 metros cuadrados.
Castilla y León es una zona rica en setas donde los aficionados pueden disfrutar de la naturaleza y de los hongos más apreciados. Presentamos aquí cuatro zonas donde disfrutar de la micología.
El Museo Numantino está situado en Soria y narra la evolución cronológica histórica desde el Paleolítico Inferior hasta la Edad Moderna de la provincia soriana, con una sección muy importante dedicada a la cultura celtibérica.
ÁvilaBurgosLeónLibrosPalenciaSalamancaSegoviaSoriaValladolidZamora
El Mundo Encantado de Castilla y León
El Mundo Encantado de Castilla y León recorre la mitología de esta comunidad de la mano de Jesús Callejo y Tomás Hijo.
Las adaptaciones de las novelas homónimas de Alejandro Dumas: «Los tres mosqueteros: los diamantes de la Reina» y «Los cuatro mosqueteros» fueron rodadas en algunos parajes de la provincia de Soria.
Alfonso VIII comenzó a ser Rey con 3 años, unió a los reinos cristianos de la península y luchó contra los almohades, derrotándolos en las Navas de Tolosa.
CulturaEspacios con poesíaMúsicaNaturalezaSoriaTurismo
Monasterio de San Juan de Duero: sólo queda el silencio
Cuando uno piensa que por el claustro del Monasterio de San Juan de Duero, a las afueras de Soria, pasearon caballeros de la orden de San Juan de Jerusalén, sus fundadores, desde el siglo XII hasta el XVIII, no puede evitar pensar en todo lo que allí ocurrió y que ahora sólo queda el silencio.