Ssé un dron. Con el Palacio Episcopal de Astorga, León, hay que ser un dron. Si no, qué vas a ver o a decir si ya lo han dicho todo. Gaudí ya lo dijo todo. Los astorganos lo han dicho todo. La ciudad lo ha dicho todo. Hasta el pasado ya lo ha dicho todo.
Escucha al Palacio Episcopal
Sólo te queda que el palacio te diga algo desde otro ángulo, desde otro punto de vista. Y lo mejor es que te lo dirá en silencio. Yo lo comprobé y lo han comprobado quienes se han subido a la torre de la Catedral y se han dejado arrullar por el sonido de las palabras que lanza el palacio y que pocos escuchan.
¿Me recuerdas? Soy un enigma de piedra. ¿Me descifras?…
«Estoy aquí, soy yo, el de siempre». ¿Lo escuchas? No contestes. Vuelve para que te diga más cosas. «¿Me recuerdas? Soy un enigma de piedra. ¿Me descifras?». Y vuelve otra vez. «¿Has aprendido algo? ¿Te has hecho más sabio?».
Más preguntas
Siempre se aprende algo si miras al Palacio Episcopal de Astorga como algo más que un castillo de cuento. Es fácil, sólo tienes que subir las escaleras de la vida y escuchar. Y ser un dron…
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