Tensión, estrés… Nada de esto te acompaña durante la ruta senderista del Camino del Agua, que discurre, de manera casi líquida, entre las localidades de Mogarraz y Monforte, en la Sierra de Francia Salmantina.
El Camino del Agua
Es sin duda una de las rutas más populares de la zona; este sendero circular se ubica en el interior del Parque Natural de las Batuecas – Sierra de Francia, con un total de 4 km de longitud y comparte parte del trazado de la ruta de Gran Recorrido GR-10. Lo ideal es dejar el coche en el aparcamiento de la entrada de la localidad de Mogarraz, donde encontraremos un panel informativo sobre el municipio y sobre la ruta.
Arte en la naturaleza
Tras abandonar el asfalto nos encontraremos paseando entre abundante vegetación, castaños, frutales y pequeños huertos serán nuestra compañía en este primer tramo, cuya presencia irá dejando paso a la vegetación silvestre propia del parque natural, que nos señala el camino hacia las distintas cascadas, regatos y rios y por supuesto al arte que, para sorpresa de los visitantes, salpica el camino.
A lo largo de la senda, podemos encontrar diversas obras escultóricas de diversos autores que sorprenden al caminante a lo largo del recorrido, no es solo una senda para disfrutar caminando, es un lugar para observar, escuchar y disfrutar con todos los sentidos.
Pero el Camino del Agua no solo es arte, también es historia y cultura. Los dos pueblos que lo conectan, Monforte de la Sierra y Mogarraz, son dos joyas del patrimonio salmantino que merecen una visita.
Monforte de la Sierra es un pueblo pequeño pero con mucho encanto. Sus casas son de piedra y madera, con balcones llenos de flores. Su plaza mayor es muy acogedora, con una fuente, un lavadero y una iglesia románica. Su gente es muy amable y hospitalaria.
Mogarraz es un pueblo más grande y más conocido. Su principal atractivo son los retratos que adornan las fachadas de sus casas. Se trata de unas pinturas realizadas por el artista Florencio Maíllo, que retrató a los habitantes del pueblo en los años 60 a partir de unas fotos del carné de identidad. El resultado es un museo al aire libre que nos muestra la vida y la personalidad de los mogarreños.
Además de estos retratos, Mogarraz tiene otros lugares de interés, como su plaza mayor, su iglesia gótica, su ermita barroca o su museo etnográfico.
Y para terminar este post, no puedo dejar de recomendaros una buena comida en alguno de los restaurantes de la zona. La gastronomía serrana es rica y variada, con platos típicos como el hornazo, el farinato, el jamón ibérico o las patatas meneás. Y para acompañar, nada mejor que un buen vino de la tierra, además de que si te lo planteas, puedes pasar un fin de semana conociendo estos y otros pueblos de la zona, como te proponemos aquí