Peñaranda de Bracamonte es una ciudad patrimonial por excelencia. Primero porque tiene el título de ciudad desde 1908, que es cuando Alfonso XII se lo concede. Segundo porque es patrimonial, pero no porque lo digamos nosotros, sino porque lo dicen sus calles, sus monumentos, sus plazas, su trayectoria, sus personajes históricos, su gastronomía, sus gentes y su arte.
Y aquí tienes varios ejemplos de lo que puedes disfrutar si te acercas a visitar esta localidad de la zona nordeste de Salamanca que nació, gracias a las repoblaciones de los reyes leoneses Ramiro II y Alfonso VI, en los siglos X, XI y XII.
Convento de las Madres Carmelitas
Creado por don Gaspar de Bracamonte, que fue Virrey de Nápoles y una de las principales figuras políticas de la época, además de uno de los dos grandes mecenas que ha habido en Peñaranda. BIC desde 1977, está habitado todavía por algunas monjas de clausura y contiene una colección de arte barroco napolitano de gran calidad con obras de Luca Giordano o Andrea Vaccaro. Incluso puedes ver cartas originales de Santa Teresa.
Plazas porticadas
Las plazas de Agustín Martínez Soler, de la Constitución y la de España, ejemplo de plaza castellana están porticadas albergan el Centro de Desarrollo Sociocultural, el Ayuntamiento o la parroquia de San Miguel. Fíjate en los canalones de los edificios, que representan dragones, monstruos o demonios.
Iglesia de San Miguel
Situada en la Plaza de Agustín Martínez Soler, es del siglo XV y es muy conocida por haber sufrido tres grandes incendios y haber sobrevivido. En ella, se encuentra la talla más admirada y venerada por los peñarandinos: el Cristo de la Cama.
Teatro Calderón
Edificio modernista levantado en 1875 gracias a la iniciativa popular, lo cual te indica el gusto por la cultura que siempre hemos tenido en esta localidad. Puedes admirar medallones de algunos dramaturgos como Calderón de la Barca o Lope de Vega.
Plaza de toros de La Florida
Actualmente gestionada por el Ayuntamiento, fue construida en 1907 por iniciativa popular y por ella han pasado figuras como Chicuelo, Bienvenida, el Viti, Julio Robles o el Niño de la Capea. Es una de las pocas plazas de toros que hay en España en la que el espectador baja a los tendidos y no sube.
También puedes ver y acercarte a la ermita del Humilladero, la de San Luis, la Plaza Nueva, el Centro de Desarrollo Sociocultural, el CITA o el mercado que se celebra todos los jueves del año desde el siglo XIV.
Y, por supuesto, disfruta de todo ello degustando un buen tostón y otras viandas en algunos de los mejores restaurantes de la provincia en los que se funden la tradición, la innovación y el mejor servicio. Sí, definitivamente, Peñaranda de Bracamonte es una ciudad patrimonial por excelencia.