Vi el futuro ante el Cristo de los Ojos Grandes

En el Monasterio de Palacios de Benaver, Burgos, vi una vez el futuro igual que lo vieron Walt Whitman, que parece que escribió su poema «Canto de mí mismo» delante del Cristo de los Ojos Grandes.

Yo me celebro y me canto,
Y lo que asumo, tú lo asumirás,
Porque cada átomo de mi cuerpo que me pertenece,
también te pertenece.

Ocioso invito a mi alma.
Ocioso me tiendo a observar un tallo de hierba de verano,
Mi lengua, cada átomo de mi sangre, formado de esta
tierra, de este aire,
Nacido aquí, de padres nacidos aquí, al igual que sus
padres, y los padres de sus padres,
Ahora, a los treinta y siete años en salud perfecta, me
inicio,
Y espero no cesar hasta la muerte.

Me alejo de los credos y de las escuelas en inercia,
Me alejo un momento, satisfecho de lo que son, pero
nunca las olvido,
Me erijo como puerto del bien y del mal, dejo que hablen
sin riesgos,
Naturaleza sin freno, con energía original.

Magia

Magia hace conmigo, al igual que con Whitman, este Cristo crucificado de los siglos XI o XII (¿qué más da). Sus ojos abiertos, su melena simétrica, su rostro alegremente sereno.

Como la persona que sabe que se ha convertido en una nueva, que ha resucitado y que puede seguir caminando, impetuoso ante los mares de hierba verde y fresca que se le presentan de frente.

Cabecera y parte de la nave

Ya sólo mirarlo merece la pena. Ya sólo contemplarlo merece una hora de tu tiempo. Ya sólo pensarlo es estremecedor. Como estremecedora es su pureza, su belleza esquemática en la que no falta ni sobra nada. Como debería ser mi vida. Como debería ser la de todos.

Por eso, aquí y en estas líneas, me asumo y me canto, le asumo y le canto, te asumo y te canto, futuro, Cristo de los Ojos Grandes. Porque ahora sé, gracias a tus ojos, que cada átomo de mi cuerpo me pertenece a través de ti.

Si quieres conocer más espacios con poesía en Castilla y León, como este del Cristo de los Ojos Grandes en Monasterio de Palacios de Benaver, busca en nuestra web la sección «Espacios con poesía».

(Imagen: Rosa G. Nieves https://m.facebook.com/Romaniqueando)